Luz Pulsada Intensa para Cuello y escote en Málaga

IPL o Luz Pulsada Intensa (del inglés “Intense Pulsed Light”)  Lumenis M22 es una plataforma de rejuvenecimiento de última generación que mejora la piel de forma notoria usando una fuente de luz.

El tratamiento con IPL M22 rejuvenece y mejora globalmente la calidad de la piel porque estimula la producción de colágeno. Las manchas o lesiones pigmentadas producidas por la exposición solar a lo largo de los años y los capilares rotos, mejoran apreciablemente en pocas sesiones. Al mismo tiempo, las líneas y arrugas más finas se suavizan, el tamaño del poro se reduce, las rojeces disminuyen y la piel apagada gana una apariencia más luminosa, fresca y joven.

En resumen, este tratamiento elimina las huellas que los años, el estrés y, sobre todo el sol, dejan en la piel, proporcionando un rejuvenecimiento global y uniforme de las zonas corporales más expuestas como cuello y escote.

Fotorrejuvenecimiento en Málaga 

El fotorrejuvenecimiento es un procedimiento seguro, que trata las imperfecciones de la piel sin dañarla. Puede adaptarse a cualquier persona, edad y tipo de piel. Debe usarse con precaución en pacientes que estén tomando medicación fotosensible, en fototipos altos (piel muy oscura) y pacientes con pigmentación de tipo melasma/cloasma, ya que puede empeorarlo.

Es un procedimiento no invasivo y sin periodo de convalecencia. Dependiendo de cada caso y patología, varía el número de sesiones necesarias para alcanzar un resultado óptimo. En general solemos recomendar un protocolo inicial de 3 sesiones, 1 cada 3-4 semanas, aunque los efectos son visibles desde la primera sesión.

En muchos casos aconsejamos realizar alguna sesión de recordatorio una vez al año para mantener el efecto deseado. 

El tratamiento debe realizarse con la piel perfectamente limpia. Se aplica un gel frío sobre la zona, que permite la transmisión de la energía de la luz, y al mismo tiempo, protege las capas más superficiales de la piel. El procedimiento suele durar entre 20-30 minutos.

Tras la sesión, puede aparecer un ligero enrojecimiento y leve escozor que desaparece en unas horas, pero no es preciso interrumpir las actividades cotidianas. Se recomienda no exponerse al sol directamente ni realizar tratamientos agresivos en los 15 días posteriores al tratamiento con IPL, como peelings o abrasiones, ya que la piel puede estar algo más sensible.